Somos la Central Clasista de Trabajadoras y Trabajadoras, constituida en septiembre de 2018 y comprometida desde su fundación en la defensa irrestricta de los explotados y abusadas por el capital.

La actual crisis por la que atraviesa el país no nos sorprende. Es la explosión esperable luego de décadas de abusos y privaciones donde solo en sector de la sociedad – los capitalistas y sus testaferros – han avanzado y generado escandalosas condiciones de vida, que no se condicen con las de la mayoría de la población.

Conocemos y hacemos nuestras todas y cada una de las demandas expresadas por el pueblo en estas últimas semanas y las promovemos en cada una de nuestras organizaciones, porque son el reflejo del sentir de los diferentes segmentos de esta parte más abusada de la sociedad.

Y porque estamos en el día a día de quienes venden su fuerza de trabajo, es que nos violenta ver demandando los derechos de los más postergados a quienes por acción u omisión poco o nada hicieron por ellos desde que el dictador dejara el poder. No pueden – salvo que desconozcan el significado de la vergüenza – pretender ser voceros de un pueblo atacado por el capital, los mismos que avalaron reformas que llevaron a los trabajadores y trabajadoras a perder casi totalmente la posibilidad de organizarse y negociar colectivamente.

Valoramos todas las iniciativas que posibiliten que las demandas de los más necesitados y necesitadas sean escuchadas y se trasformen en la Demanda de Chile, pero con la misma fuerza decimos que si esas demandas que fluyan del calor de la discusión no son asumidas por organizaciones representativas de esta sociedad, corren el riesgo de transformarse simplemente en constataciones sin posibilidad de llegar a ser leyes que cambien las actuales condiciones de vida de los más necesitados.

Es por eso que llamamos a la población indignada a construir cientos de organizaciones juveniles, estudiantiles, poblacionales y sindicales. Organizaciones de nuevo tipo, con liderazgos claros y definidos, sin interlocutores de ningún tipo y cuyo objetivo declarado sea responder totalmente al mandato de sus bases.

Demandas como una Asamblea Constituyente que posibilite la redacción de una nueva Constitución obligan a un profundo trabajo y podemos definirlas como fundamentales mas no urgentes, como aquellas que tienen efecto en el día a día de las explotadas y los explotados.

Por lo mismo, como organizaciones sindicales demandamos:

A.- Respecto del proyecto de ley relativo a la jornada de 40 horas semanales, para que estás sean efectivas se deberá modificar el código del trabajo:

1. Al artículo N° 22 inciso primero, transformar su punto aparte en punto seguido y agregar la siguiente frase “En ningún caso la jornada podrá superar las 8 horas por día y será una jornada continua” y así evitar toda posibilidad de flexibilizar la jornada diaria.
2. La derogación del actual artículo N° 27, ya que este permite que cientos de miles de trabajadores queden exceptuados de la jornada de 40 horas semanales.
3. En el artículo N° 28 reemplazar la lectura del inciso segundo por la siguiente: “En ningún caso la jornada podrá superar las 8 horas por día y será una jornada continua”.

4. En el artículo N° 34 inciso primero reemplazar la frase “no se considerará tiempo trabajado” por la frase “se considerará tiempo trabajado”, así la colación será parte de la jornada de 40 horas.
5. Derogar el artículo N° 34 bis, ya que este permite que un sector de trabajadores pueda ver cortada su jornada diaria en 2 tiempos de 4 horas con un descanso intermedio de hasta 4 horas.

B.- El sueldo mínimo debe superar la línea de la pobreza, que actualmente está en el rango de los $ 500.000 brutos.

Se debe incorporar a ese sueldo mínimo el pago de la locomoción y la colación diarios en cada pliego de peticiones.

La gratificación garantizada es un derecho irrenunciable.

C.-Llamamos a los trabajadores a instalar en cada pliego de peticiones la demanda a la patronal del pago del 50% de la carga previsional que hoy es de costo único del trabajador.

Que la patronal pague el aporte del 0,6% de cargo del trabajador y no se descuente el aporte patronal al seguro de cesantía, cuando se pague indemnización por años de servicio.

D.- Protección a la maternidad sin distinción entre asalariadas y no asalariadas, por post natal igualado para hombres y mujeres y así involucrar a los compañeros en la crianza, por socializar el trabajo doméstico.

Sala cuna sin costos para todas las trabajadoras.

Debemos seguir luchando contra la doble explotación que viven las mujeres de nuestra clase, debemos luchar por igualdad salarial entre hombres y mujeres.

E.- La instalación de baños y espacios para el alimento y el descanso de miles que trabajan contratados o subcontratados en la locomoción colectiva, en el barrido y aseo de calles para municipios en todo el país y en todo tipo de empresas de servicios y que carecen de este derecho.

F.- No más trabajo a honorarios, subcontrato y toda forma de precariedad laboral.

G.-Pensión mínima sea igual a un ingreso mínimo. Quienes dieron su vida al trabajo, no pueden vivir al jubilarse con pensiones de hambre, indignas de un ser humano.

No sólo las luchas de los trabajadores son importantes. Todas lo son. Cada pelea de los estudiantes básicos, secundarios y universitarios es nuestra, como lo son las exigencias de nuestro pueblo de vivienda digna, áreas verdes, salud y educación para todos.

Por eso apoyamos las demandas del pueblo mapuche, respetando sus acciones y determinaciones, pero apoyándoles en la exigencia de restitución de sus tierras y la lucha por autodeterminación.Somos orgullosos de nuestra historia y reivindicamos los postulados de la FOCH y la Central Única de Trabajadores. No queremos más dominio del capital y debemos prepararnos para sacudirnos de esa lacra.

Desde hoy hay que salir a trabajar sin descanso para multiplicarnos en todo el país y lograr que millones sean los que conozcan las demandas y propuestas del sindicalismo clasista y que trabajen por ellas.

La lucha de nuestro pueblo puede ser interrumpida si no generamos una organización potente.

Los trabajadores debemos promover en todo espacio y lugar la construcción de sindicatos, más allá de lo que diga o no la perversa legislación.

Con sindicatos de empresas e interempresas, por manzana, sector, comuna, provincia o región, vamos a cubrir el país con pliego de peticiones.

Las demandas que aquí reivindicamos, junto a otras que nacerán de la discusión del colectivo, nos servirán para avanzar hacia la dignificación de los millones de explotados y explotadas que hoy están en la calle demandando respuestas concretas.

 

DIRECTORIO

CENTRAL CLASISTA DE TRABAJADORAS Y TRABAJADORES