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El salario mínimo una burla al pueblo y la clase trabajadora.

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septiembre de 2020

 

El salario mínimo una burla al pueblo y la clase trabajadora.

El 01 de agosto el gobierno ingreso a la cámara de diputados, un reajuste al salario mínimo de $1.500 pesos, que solo considera la variación de la inflación de un 0.4% entre el periodo de febrero a agosto.  En otras palabras, la propuesta del gobierno es que los trabajadores se contenten con un reajuste real de un 0%. La cámara de Diputados el día 9 de septiembre rechazo la propuesta, por lo cual, el ejecutivo la envío el día 10 de septiembre a la cámara del senado bajo las mismas condiciones y ahí aún siguen en negociaciones. En consecuencias, que el economista Marcos Kremerman de la fundación SOL, indica que el salario mínimo debiera estar cerca de los $554.000 pesos, considerando que el ingreso per cápita del país, que es de USD 26.317 dólares anuales, que significa $1.600.000 pesos por personas, cada mes. Con ese valor se supera la línea de la pobreza, llegar a ese valor es nuestra tarea.

Para la central Clasista, la propuesta del gobierno, es nuevamente, otra burla más para los trabajadores/as. Por años, la Concertación y la Alianza por Chile, hoy Nueva Mayoría y Chile Vamos y otros, en conjunto con los dirigentes de la CUT, han negociado aumentos miserables del salario mínimo. Sus argumentos siempre son los mismos, si sube el salario mínimo impacta en el desempleo. Ha sido el mismo discurso por años. Con estos argumentos, los empresarios se han enriquecidos y por otro lado, los trabajadores/as, se han empobrecido en relación a lo que producen. Lo demuestra los datos: el 1% de la población concentra el 25% de la riqueza de este país, es decir, la gran cantidad de riqueza que producen los trabajadores/as se van a los bolsillos de los empresarios y en particular los grandes grupos económicos, que son, en definitiva, quienes gobiernan Chile. La rentabilidad promedio de las empresas giran en torno al 20%, mientras que el salario mínimo se le ha aumentado en promedio un 5%

Pero que dicen estos sinvergüenzas: Juan Sutil, presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), señala que $1.500 pesos era un aumento suficiente para paliar los alimentos de primera necesidad, mientras que el ministro de economía -otro cara de palo- comento que una persona podía vivir con $320.500 pesos, es decir nos imponen el “para que piden más si pueden vivir bien”. Y para rematar el ministro Briones señalo “si bien la propuesta del reajuste del salario mínimo la hace el gobierno, ese valor lo pagan los empleadores”. Excelente como el gobierno protege a los empresarios mientras a los trabajadores/as le colocan cada vez más trabas en las negociaciones colectivas. No hay que olvidar, con la revuelta del 18 de octubre, tuvieron miedo, ahí reconocieron que el sueldo mínimo era bajo, y recurrieron, que mejor, a los dineros del estado es decir de todos nosotros para subir el ingreso familiar. El Estado aquí opera como un ente de control: granjerías y beneficios para los que gobiernan, represión y miseria para los trabajadores/as. Es una situación lógica, ellos tienen el poder y lo ejercen, pero algún día lo perderán.

Para Central, estas palabras y hechos no son menores, implican una tremenda responsabilidad de todos los y las trabajadores. Los empresarios nos van a explotar cada vez más como lo que son: la clase empresarial, la clase patronal. Si queremos que no nos exploten, y nos paguen lo que corresponde, que podamos llevar una vida digna, es necesario sí o sí, que debemos unirnos. Así como ellos se agrupan en la organización más poderosa de los empresarios, nosotros debemos agruparnos en una central poderosa. Los llamamos a ser parte de ese esfuerzo para lograr conquistar los objetivos de la clase trabajadora y así, como muchas otras cosas, que el salario mínimo -miserable que existe hoy- pase a la historia.

VIVAN LOS TRABAJADORES Y TRABAJADORAS

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