Desde hace algunas semanas el pueblo está en las calles demandando cambios de fondo.
No solo la jornada de trabajo e iguales derechos sociales y laborales, incluyendo en ello las demandas de las mujeres, jóvenes y comunidad LGBTIQ+.
No solo las demandas del feminismo y las de los y las trabajadoras en todas sus organizaciones, sino también y por sobre todo un cambio de la sociedad capitalista en la que estamos insertos, sociedad de los ricos y en las que las y los pobres han debido conformarse con migajas o el goteo de las y los patrones, que hace mucho tiempo demostró que no sirve ni ayuda a la dignificación de las y los seres humanos.
Las y los mismos que poco o nada han considerado a la población para sus acuerdos y negociados secretos, han salido hoy, a decir que harán cambios, pues entendieron que las cosas no estaban bien. Eso es falso y debemos aclararlo y denunciarlo, por todos aquellos y aquellas que están en las barricadas, las marchas, los caceroleos y decenas de acciones de desobediencia civil.
La población insurrecta ha desarrollado múltiples acciones para expresar su descontento y demandar cambios profundos y, como Central Clasista – y pese a nuestras limitaciones pues somos una organización en formación – hemos estado en todas y cada una de ellas.
Cientos son las asambleas en donde las y los trabajadores han exigido de sus patrones el no descuento por la inasistencia y los atrasos, así como han rechazado cambios de turnos arbitrarios y otras arbitrariedades que ha intentado imponer la patronal.
Cada día desde el inicio de este alzamiento popular, las y los trabajadores han hecho uso de múltiples acciones para expresar su descontento y las y los clasistas – integrantes y no integrantes de la Central – han estado con y junto a ellas y ellos y lo seguirán estando mientras no existan soluciones de fondo.
Por lo anterior expresamos nuestro rechazo a la redacción del proyecto de ley aprobado en la Cámara de Diputados, proyecto que deja vigentes en el Código del Trabajo arbitrariedades y discriminaciones como las expuestas en los artículos 27 y 34 bis del Código citado. Se dijo profusamente y por todos los medios que el proyecto de ley incluiría la norma de que la colación sería parte de la jornada de trabajo y es claro que no ha sido aceptado.
Todas y todos los diputados recibieron nuestras indicaciones de cambios a la ley para que la propuesta de las 40 horas fuera en realidad efectiva y las ignoraron. La razón es clara. Mientras hacen gárgaras con nuestros derechos en los medios de comunicación del sistema, junto a las y los senadores, se cierran a cualquier posibilidad de que efectivamente las leyes beneficien a los explotados.
Lo hemos vivido durante 30 años en cada ley que aprobaron y seguirá siendo así mientras las y los trabajadores no abran los ojos y se pongan a construir organizaciones que los agrupen y presenten miles de pliegos de peticiones, misma acción que se debe desarrollar en todos los territorios.
Por estos días, diversos referentes han intentado fijar los momentos y horarios en que el pueblo debe salir. En cada uno de esos momentos la respuesta popular ha sido de desconfianza, toda vez que muchos de las y los que proponen, guardaron silencio durante mucho tiempo y no han defendido los derechos del pueblo como corresponde.
Desde el primer día hemos llamado al pueblo y las y los trabajadores a desarrollar todas las iniciativas que, junto con permitirles expresar su sentir, muestren a los que tienen el poder que las cosas van a cambiar y que no se aceptará, así como así, a quienes hablen en nombre de las y los desposeídos.
Lo decimos con toda la responsabilidad que el momento requiere.
Que nadie intente dar conducción y construir propuestas sin tener presente las demandas y aspiraciones de las y los millones que están en la calle por todo nuestro país.
Hoy, mañana y en los días que vengan deben seguir las movilizaciones, las asambleas, encuentros de todo tipo, las paralizaciones en todo lugar en el que estén las condiciones para hacerlo. Lo más importante es que cada acción, cada actividad que se desarrolle se haya resuelto en la base, sea este estudiantil, poblacional o laboral.
Nosotros, trabajadores y trabajadoras tenemos claro que cambios necesita la sociedad para que de verdad se viva en forma más justa y digna. El problema es que hemos perdido demasiado tiempo entregando a otros y otras la tarea de levantar nuestras demandas. Es la gran lección que debemos sacar de estas históricas jornadas. Nada se construye, nada se levanta, si no es con la participación activa de la población.
En ese camino, como Central Clasista hemos ido definiendo una hoja de ruta que nos ha permitido ser un aporte en este proceso para fortalecer la movilización del conjunto del pueblo, de la mano con el surgimiento de más organización sea esta sindical, estudiantil, poblacional. En ese sentido, nuestro trabajo se enfocará en lo siguiente:
- Levantamiento de una asamblea sindical abierta de forma permanente que permita desarrollar acciones conjuntas desde el clasismo para mantener viva la lucha
- Definición de un pliego de demandas inmediatas, el cual fue presentado en nuestra primera asamblea sindical abierta y esperamos ir fortaleciendo con el aporte de las organizaciones sindicales
- Mantener la movilización en la calle por medio de acciones de mitin, marchas y otros
- Difusión y propaganda de la plataforma de lucha, inmediata y a largo plazo para afrontar el capital
- Punto clasista permanente de difusión y orientación sindical
- Denuncias en el ámbito de la violación a los derechos humanos
- Convocatoria al levantamiento de un polo social anticapitalista que permita articular los diferentes sectores del pueblo en lucha, con independencia de clase y desde la participación de las bases.
¡Solo organizados y luchando avanzamos!
DIRECTORIO
CENTRAL CLASISTA DE TRABAJADORAS Y TRABAJADORES
